EL ENTRENAMIENTO INVISIBLE
La salud y la mejora del rendimiento, son objetivos cruciales de cualquier deportista, sin importar el nivel al que se practique. El trabajo que se realiza para lograr esas mejoras requiere un equilibrio entre las sesiones de trabajo físico (series, velocidad, técnica, fuerza) y las sesiones de recuperación. Todos esos aspectos, que no están relacionados con el trabajo físico especifico de la práctica deportiva, se conocen como entrenamiento invisible. En términos generales podríamos decir que el entrenamiento invisible es todo el tiempo que transcurre entre dos sesiones de trabajo físico.
El proceso de entrenamiento y las competiciones producen un desgaste considerable en el organismo del deportista, por ello la recuperación entre sesiones y competiciones es clave para que el rendimiento no disminuye y sobretodo para reducir la aparición de lesiones.
Componentes del entrenamiento invisible:
Nutrición: consiste en una correcta ingesta de nutrientes para entrenar y para recuperar después de las sesiones y competiciones. Incluye todos los alimentos y suplementos que facilitan la recarga de energía y la recuperación muscular.
Hidratación: antes, durante y después de los entrenamientos y competiciones. La ingesta y el tipo de complementos dependerá del esfuerzo físico realizado y de las condiciones ambientales.
Recuperación muscular: existen diferentes métodos para recuperar de forma optima, entre ellos la hidroterapia, el masaje, los estiramientos, las prendas de compresión. Por la facilidad en su uso, las medias de compresión son uno de los métodos de recuperación con mayor efectividad, es posible empezar a recuperar inmediatamente al terminar una sesión de entrenamiento o competición.
Descanso y sueño: alternar entrenamiento y descanso es necesario para que el cuerpo pueda asimilar el trabajo. El descanso ayuda a la fase de sobre compensación, crucial para cualquier mejora del rendimiento. Además previene del síndrome de sobre entrenamiento, potencial peligro de lesión.
Trabajo psicológico: el entrenamiento en los deportes de resistencia suele ser monótono, por lo que tener es necesario una variación que permite evitar una rutina que afecte la motivación y el estado de ánimo. Además, los entrenamientos intensos disparan la segregación de hormonas y neuroreceptores que afectan el estado de ánimo.
Relaciones interpersonales: es necesario mantener activa la convivencia con familia, amigos, compañeros, entrenadores para una saludable interacción social.
Una recuperación adecuada, tras un esfuerzo físico, restaura los procesos fisiológicos y psicológicos del entrenamiento y la competición. Dicha recuperación no puede reducirse a “no hacer nada”, sino requiere de acciones que potencien la recuperación y permitan que el entrenamiento físico se asimile de forma óptima y se refleje el aumento del rendimiento.
Los beneficios de un entrenamiento invisible organizado son varios, entre los que se encuentran la recuperación física, el mantenimiento de un estado psicológico óptimo, reducir el riesgo de lesiones, y permitir una mejor asimilación de la carga de entrenamiento. Es así cómo el entrenamiento invisible no puede dejarse de lado en ningún plan de preparación, y mucho menos si se va a realizar un plan de entrenamiento prolongado en el tiempo.
Durante el entrenamiento invisible, no estarás haciendo kilómetros, series, intervalos, repeticiones… pero la forma en la que te recuperes va a determinar lo bien que asimiles esas sesiones de trabajo. Muchos beneficios vienen no de entrenar más duro, sino de recuperar mejor.
Referencias
Halson, S.L. (2013). Recovery techniques for athletes. Sport Sci Exchange. 26(120):1-6.